Miguel Ríos da una lección de rock sinfónico

El músico debuta en el Teatro Real con un repaso acompañado por una orquesta a sus éxitos.

Al principio, nada hizo anoche presagiar que lo que aguardaba al auditorio del Teatro Real de Madrid fuera a ser un concierto de rock: los 50 miembros de la Orquesta Sinfónica de Granada y el ritual de la afinación colectiva, la inclinación respetuosa del director musical, Carlos Checa, la batuta levemente agitada… Pero luego, claro, salió Miguel Ríos (Granada, 1944), alguien que parece capaz de imprimir swing a un acto tan banal como comprar el pan, y se obró el milagro en un ejercicio de catarsis colectiva que trascendió el escenario y los modos de un coliseo más habituado a las piruetas de Giuseppe Verdi que a las de Chuck Berry.

Poco antes, habían irrumpido en escena la banda de acompañamiento Black Betty Boys. Con ellos y con la Sinfónica de Granada, Ríos registró un concierto el 7 de julio de 2017 en el Palacio de Carlos V de la Alhambra, en su Granada de siempre, que vio la luz recientemente en formato de disco. Un experimento titulado Symphonic Ríos, que recibió ayer su confirmación sobre el escenario del coliseo madrileño.

Sigue leyendo la crónica de Alejandro Mendoza para El País

2 Comentarios
  • María Jesús Gascón Sancho

    9 julio, 2018 at 16:45 Responder

    Fue una noche mítica. En el escenario se fue creciendo con su voz cada vez más poderosa y con sus palabras comprometidas y acariciadoras. Fue generoso en sus bises y arrollador coon su rock. Salimos felices. GRACIAS por seguir ahí. La orquesta maravillosa.

  • José Manuel Segura

    10 julio, 2018 at 13:12 Responder

    ¡¡¡ FANTÁSTICO !!! mi pareja y yo fuimos desde Tenerife a este concierto. Nuestras mejores expectativas fueron superadas con creces. He entrado en esta página para comprobar a qué otro lugar nos podemos desplazar para volver a disfrutar de este maravilloso concierto del Maestro ( ya le podemos llamar así ) Miguel Ríos. Queremos volver a a verlo. Solo me queda decirle a Miguel Ríos : Gracias, un millón de gracias por hacer que la noche del 6 de julio fuera para nosotros fantástica, mágica e inolvidable.

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